googlecabb8937b4149878.html Camino de Santiago. | Rebeca Torrijos: Psicología y Biodanza en Murcia.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Camino de Santiago.


Este verano, por segunda vez he emprendido la aventura de caminar hacia Santiago.
Sabía que el Camino transforma, enseña, despierta...
Me imaginé caminando sola por los bosques mágicos de Galicia meditando sobre nuevas puertas que quería abrir en mi vida. Pero sentía también un intenso miedo a perderme, a sentirme sola, a no soportar el esfuerzo físico.
No tenía  ni idea de lo que me iba a encontrar...sólo estaba segura de una cosa: el motivo por el que yo iba a caminar.
Ilusa de mí, pensaba que al menos esa variable podía controlarla!
Lo que iba a ser un camino meditativo y solitario, resultó ser un camino en compañía, protagonizado por risas, frescura, cuidados, fluidez, afecto, apertura...

Cada día me despertaba con la intención de meditar sobre mi propósito, pero si me dejaba llevar...se difuminaba la intención rápidamente y me encontraba de nuevo en un estado de inocencia e intensa alegría.
Entonces, empezaron a llegar las lecciones del Camino. La primera, la importancia de ser humilde y de entregarme a la experiencia sin querer manipularla o controlarla. Sólo de esa manera, pude aprender la segunda: la importancia de viajar con mi corazón limpio, abierto, sano y ligero. Porque mi corazón es el imán que atrae a las personas que me rodean y las experiencias que voy a vivir. Porque un corazón ligero me permite aprender desde la alegría y la fluidez. Es como si fuera el centro a través del cual se cuela la Vida y ésta me habita. Y cuando mi corazón se cierra, se empeña en guardar rencores y en oscurecerse, se vuelve denso y pesado, atrayendo también experiencias pesadas y poco luminosas, que también me enseñan, pero a través de un camino muy diferente, el de la frustración y el sufrimiento.

Pequeña y gran lección...más pistas para caminar no sólo hacia Santiago, sino por la vida.
Pistas que no quiero olvidar, porque me sirven y les sirven a los que me rodean, en contextos profesionales y personales.

Qué emocionante caminar. Qué gran misterio vivir.

Gracias a los que me acompañásteis a Santiago (sueño cada noche con vosotr@s)...y a los que sóis mis compañer@s de vida . Qué suerte encontraros.


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