googlecabb8937b4149878.html Cómo gestionar tu enfado I | Rebeca Torrijos: Psicología y Biodanza en Murcia.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Cómo gestionar tu enfado I


El enfado es una de las emociones que más nos preocupan por las consecuencias que puede tener en nuestras relaciones.
¿Te ha ocurrido alguna vez estar aguantando algo que no te gusta y en el momento más inesperado explotar y montar un numerito?
¿O todo lo contrario: callar, decir sí aunque querías decir no, agachar la cabeza y volver a casa con la autoestima por los suelos?
Hoy, nos centraremos en este post en entender cuáles son los mecanismos que no vemos, pero que están operando, en esta emoción.
Cuando ponemos toda nuestra energía en realizar un deseo ó satisfacer una necesidad y de repente, encontramos un obstáculo, nuestro organismo segrega adrenalina y noradrenalina, dos neurotransmisores que nos hacen ser más fuertes y estar más alerta.
Este mecanismo es importante para nuestra supervivencia, aunque quizá en la Prehistoria era de vital importancia una respuesta de niveles altos y hoy en día reaccionamos de la misma manera incluso cuando la situación no lo requiere.

Si no sabemos ó aún no hemos aprendido a gestionar ese incremento de energía, en vez de facilitarnos la resolución del problema (como mecanismo sabio de nuestro organismo), lo complica más.
Ya habréis adivinado que a ése incremento de energía le damos el nombre de enfado ó rabia.
Párate un momento y piensa en tu día, ó en tu semana. ¿Te enfadaste por algo? ¿Recuerdas cómo te sentiste? ¿Qué hiciste? ¿Cuáles fueron las consecuencias?
Apúntalo en un papelito, para poder compararlo más adelante con una gestión adecuada del enfado.
Todos sabemos, además, que nuestros pensamientos influyen sobre nuestro enfado.
Si pienso que el obstáculo se ha puesto ahí a propósito para fastidiarme, está claro que el enfado será mucho más destructivo, porque querremos hacerle al obstáculo lo que nos hizo a nosotros.
Por ejemplo: le pido a un amigo que me preste el coche porque tengo muchísimas ganas de irme a la playa y me dice que no (obstáculo). Si pienso que lo ha hecho a mala idea, que siempre se comporta así, que es poco generoso, que nunca me corresponde, que yo siempre le hago favores y él no...vamos encaminados hacia un lugar sin retorno y a no ser que seamos muy hábiles en la gestión de nuestras emociones, la situación apunta a convertirse en discusión.
Sin embargo, si me quiero ir a la playa y llueve (obstáculo), como no puedo pensar (o sí, jaja) que alguien lo ha hecho a propósito, seguramente me quedaré frustrada, pero es muy probable que ese enfado no se convierta en destructivo.
Ojo por lo tanto a nuestras interpretaciones.
Párate de nuevo y piensa en cómo sueles interpretar la aparición de obstáculos en tu vida.
Si creo que la vida es una eterna batalla, me pasaré la misma luchando y queriendo ganar.
Si creo que los conflictos que aparecen en mi vida son oportunidades de aprendizaje, entonces cada vez seré más hábil resolviendo problemas y será más fácil crecer y más agradable para los que me rodean mi compañía.

Te dejo espacio para tu reflexión personal sobre cómo manejas tú esta emoción.
¡Puedes hacer preguntas ó comentarios!
¡Muy prontito...más!
Espero que te haya servido.

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1 comentario:

  1. Interesante entrada Rebeca,

    Tras la lectura me arroja una duda, considera que el ser humano, desde su etapa de homínido, al que hace referencia al señalar como punto de localización en la Prehistoria ¿no ha evolucionado? Tengamos presente que dicha etapa de la Historia, aunque existe disparidad de criterios históricos, según la zona a estudiar, ésta no fue más allá del 3350aC.

    Así pues, ¿Considera Ud que los rasgos de comportamientos actuales, frente a "obstaculos", pueden ser derivados de nuestra etapa de homínidos? Se lo comento a raíz de su texto:"Este mecanismo es importante para nuestra supervivencia, aunque quizá en la Prehistoria era de vital importancia una respuesta de niveles altos y hoy en día reaccionamos de la misma manera incluso cuando la situación no lo requiere."

    ¿Considera Ud que aquellos que presenten un fuerte comportamiento frente a cualquier negativa, que se nos pueda presentar en la vida actual, son especimenes que no han desarrollado su etapa evolutiva al completo?

    Todos conocemos casos de amigos que se toman las cosas más simples como si las vida les fuera en ello, pero siempre lo achaqué a conductas impresas en la propia persona, es decir, vienen así “de fábrica”, lo que se denomina temperamento, que, según mi punto de vista no tiene nada que ver con lo que los Griegos denominaban “grabado” que no deja de ser la impronta que las circunstancias vividas marcan al ser humano.

    Es por esto que me parece que la situación de “enfado” con Ud transmite, debe ser analizada en función tanto del sujeto como de la situación, no es lo mismo que unos padres prohiban la asstencia a su hij@ al concierto de su cantante favorito que el “enfado” que puede sentir un particular ante una disposición adtva contraria, como pueda ser una expropiación o una denegación de subvención, que aún cumpliendo los requisitos establecidos en la norma, por falta presupuestaría le es denegada.

    Me parece muy interesante su entrada, pero si me lo permite, los cauces de intervención son bien distintos, así como la posibilidad de remisión a los ejemplos dados.

    Por otra parte, considero que aquél que piensa que su vida es una “batalla” es que posee argumentos jurídicos para catalogarla como tal, si no se lucha, no se gana, es la primera lección que se da en cualquier Facultad de Derecho, la segunda es luchar hasta el final por tu verdad, por lo cuál, no entiendo el miedo a convertir “tu vida en un pleito” si te asiste la justicia, tarde o temprano, serás poseedor de la misma.

    No siempre los conflictos son oportunidades de aprendizaje, aquellos que no se solucionan por las buenas artes, y tras ellas, acaban en la vía Civil, si no remiten, suelen terminar en la Penal, y le pongo un caso, que seguramente Ud haya escuchado o leído en prensa, dueños de Bar, que hacen ruido, y en 10 días el propietario tiene que ingresar en prisión.

    Pocos saben que ingresa en prisión no por el ruido, sino por un quebrantamiento de condena, en este caso hablamos de cesación en conducta, es decir, vecino que habla con propietario de disco bar, éste no hace caso, y tras varios años decide acudir a vía judicial con informes policiales, se dicta sentencia de CESACIÓN (dejar de practicar la actividad) y el sujeto sigue como si nada. Según lo dispuesto en nuestro OJ, de Civil, a Penal, y aquí salen las televisiones....

    Entonces, ¿Cómo cree Ud que el “sufridor” puede “capear” la situación”? Llevo ya unos años inmerso en el Derecho, me apasiona la psicología, pero veo que las pautas de comportamiento que Ud dan no son válidas para todos los casos, y puede que sea muy “cuadrado” pero no veo que la generalidad se pueda aplicar a la particularidad.

    En fin, disculpe por esta parrafada, darle mi más sincera enhorabuena, encontré este blog hace unos días, y me han gustado sus entradas.

    Reciba un cordial saludo

    Estudiante de psicología

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